Magnetismo
Definicion
Líneas de fuerza magnéticas de un
imán de barra, producidas por limaduras de hierro sobre papel.
El magnetismo es un
fenómeno físico por el que los materiales ejercen fuerzas de
atracción o repulsión sobre otros materiales. Hay algunos materiales conocidos
que han presentado propiedades magnéticas detectables fácilmente como el níquel,
hierro,
cobalto
y sus aleaciones
que comúnmente se llaman imanes. Sin embargo todos los materiales son
influidos, de mayor o menor forma, por la presencia de un campo
magnético.
El magnetismo también tiene otras
manifestaciones en física, particularmente como uno de los dos componentes de
la radiación electromagnética, como por
ejemplo, la luz.
Breve explicación del
magnetismo
Cada electrón
es, por su naturaleza, un pequeño imán (véase Momento dipolar magnético electrónico).
Ordinariamente, innumerables electrones de un material están orientados
aleatoriamente en diferentes direcciones, pero en un imán casi todos los
electrones tienden a orientarse en la misma dirección, creando una fuerza
magnética grande o pequeña dependiendo del número de electrones que estén
orientados.
Además del campo magnético
intrínseco del electrón, algunas veces hay que contar también con el campo
magnético debido al movimiento orbital del electrón alrededor del núcleo. Este
efecto es análogo al campo generado por una corriente eléctrica que circula por
una bobina (ver dipolo magnético). De nuevo, en general el
movimiento de los electrones no da lugar a un campo magnético en el material,
pero en ciertas condiciones los movimientos pueden alinearse y producir un
campo magnético total medible.
El comportamiento magnético de un
material depende de la estructura del material y, particularmente, de la configuración electrónica.
Historia
Los fenómenos magnéticos fueron
conocidos por los antiguos mexicas. Se dice que por primera vez se observaron
en la ciudad de Magnesia del Meandro en Asia Menor,
de ahí el término magnetismo. Sabían que ciertas piedras atraían el hierro, y
que los trocitos de hierro atraídos atraían a su vez a otros. Estas se
denominaron imanes naturales.
El primer filósofo que estudió el
fenómeno del magnetismo fue Tales de
Mileto, filósofo griego
que vivió entre 625 a. C. y 545 a. C.1
En China, la primera referencia a este fenómeno se encuentra en un manuscrito
del siglo IV a. C. titulado Libro del amo del valle del diablo:
«La magnetita atrae al hierro hacia sí o es atraída por éste».
La primera mención sobre la atracción de una aguja aparece en un trabajo realizado
entre los años 20
y 100 de nuestra era: «La
magnetita atrae a la aguja».
El científico Shen Kua
(1031-1095) escribió sobre la brújula
de aguja magnética y mejoró la precisión en la navegación empleando el concepto
astronómico del norte absoluto. Hacia el siglo XII
los chinos ya habían desarrollado la técnica lo suficiente como para utilizar
la brújula para mejorar la navegación. Alexander Neckham fue el
primer europeo en conseguir desarrollar esta técnica en 1187.
El conocimiento del magnetismo se
mantuvo limitado a los imanes, hasta que en 1820, Hans Christian Ørsted, profesor de la Universidad de Copenhague, descubrió que
un hilo conductor sobre el que circulaba una corriente ejercía una perturbación
magnética a su alrededor, que llegaba a poder mover una aguja magnética situada
en ese entorno.Muchos otros experimentos siguieron con André-Marie Ampère, Carl Friedrich Gauss, Michael
Faraday y otros que encontraron vínculos entre el magnetismo y la
electricidad. James Clerk Maxwell sintetizó y explicó estas
observaciones en sus ecuaciones de Maxwell. Unificó el
magnetismo y la electricidad en un solo campo, el electromagnetismo.
En 1905, Einstein
usó estas leyes para comprobar su teoría de la relatividad especial,
en el proceso mostró que la electricidad y el magnetismo estaban
fundamentalmente vinculadas.
El electromagnetismo continuó
desarrollándose en el siglo XX, siendo incorporado en las teorías más
fundamentales, como la teoría de campo de gauge, electrodinámica cuántica, teoría electrodébil y, finalmente, en el modelo
estándar.
La física del magnetismo
Campos y fuerzas magnéticas
El fenómeno del magnetismo es
ejercido por un campo magnético, por ejemplo, una corriente
eléctrica o un dipolo magnético crea un campo magnético, éste al girar imparte
una fuerza magnética a otras partículas que están en el campo.
Para una aproximación excelente pero ignorando algunos efectos cuánticos, véase electrodinámica cuántica las ecuaciones
de Maxwell describen el origen y el comportamiento de los campos que gobiernan
esas fuerzas. Por lo tanto el magnetismo se observa siempre que partículas
cargadas eléctricamente están en movimiento. Por ejemplo,
del movimiento de electrones en una corriente eléctrica o en casos del movimiento orbital
de los electrones alrededor del núcleo atómico. Estas también aparecen de un dipolo magnético intrínseco que aparece de los
efectos cuánticos, p.e. del spin de la mecánica cuántica.
La misma situación que crea
campos magnéticos (carga en movimiento en una corriente o en un átomo
y dipolos magnéticos intrínsecos) son también situaciones en que el campo
magnético causa sus efectos creando una fuerza. Cuando
una partícula cargada se mueve a través de un campo magnético
B, se ejerce una fuerza F dado por el producto cruz:
donde es la carga
eléctrica de la partícula, es el
vector velocidad
de la partícula y es el
campo magnético. Debido a que esto es un
producto cruz, la fuerza es perpendicular al movimiento de la partícula y
al campo magnético.
La fuerza magnética no realiza trabajo mecánico en la partícula, esto
cambiaría la dirección del movimiento de ésta, pero esto no causa su aumento o
disminución de la velocidad. La magnitud de la fuerza es :
donde es el
ángulo entre los vectores y .`
Una herramienta para determinar
la dirección del vector velocidad de una carga en movimiento, es siguiendo la ley de
la mano derecha (véase Regla de la mano derecha).
El físico alemán Heinrich Lenz
formuló lo que ahora se denomina la ley de Lenz,
ésta da una dirección de la fuerza electromotriz y la corriente
resultante de una inducción electromagnética.
Dipolos magnéticos
Se puede ver una muy común fuente
de campo magnético en la naturaleza, un dipolo. Éste tiene un "polo sur"
y un "polo norte",
sus nombres se deben a que antes se usaban los magnetos como brújulas, que
interactuaban con el campo magnético terrestre para indicar el
norte y el sur del globo.
Un campo magnético contiene energía
y sistemas físicos que se estabilizan con configuraciones de menor energía. Por
lo tanto, cuando se encuentra en un campo magnético, un dipolo magnético
tiende a alinearse sólo con una polaridad diferente a la del campo, lo que
cancela al campo lo máximo posible y disminuye la energía recolectada en el
campo al mínimo. Por ejemplo, dos barras magnéticas idénticas pueden estar una
a lado de otra normalmente alineadas de norte a sur, resultando en un campo
magnético más pequeño y resiste cualquier intento de reorientar todos sus
puntos en una misma dirección. La energía requerida para reorientarlos en esa
configuración es entonces recolectada en el campo magnético resultante, que es
el doble de la magnitud del campo de un magneto individual (esto es porque un
magneto usado como brújula interactúa con el campo magnético terrestre para
indicar Norte y Sur).
Una alternativa formulada,
equivalente, que es fácil de aplicar pero ofrece una menor visión, es que un
dipolo magnético en un campo magnético experimenta un momento de un
par de fuerzas y una fuerza que pueda ser expresada en términos de un campo y de la
magnitud del dipolo (p.e. sería el momento magnético dipolar). Para ver estas
ecuaciones véase dipolo magnético.